
El tratamiento con neurotoxina es de los más populares en Medicina Estética, y no es de extrañar, pues tiene unos efectos espectaculares.
La neurotoxina se ha empleado desde hace más de 25 años para el tratamiento de alteraciones oftalmológicas y neurológicas con gran seguridad y eficacia.
Actualmente millones de personas en el mundo realizan este tratamiento con fines estéticos.
¿Qué es la neurotoxina?
La neurotoxina no es un material de relleno dérmico, no tratamos directamente las arrugas sino que actúa sobre los músculos de la cara, relajándolos y disminuyendo el impacto de las contracciones en la piel para conservar nuestra expresión natural, es decir, tiene un efecto neuromodulador.
Un entrecejo marcado transmite una mirada “dura”, de enfado o ansiedad, y junto con las “patas de gallo” al sonreír y las arrugas horizontales de la frente, conceden un aspecto envejecido, que puede corregirse con la aplicación de neurotoxina, de forma temporal.
La indicación estética autorizada de la neurotoxina es, por tanto, la corrección de las arrugas dinámicas (que aparecen en movimiento) o de expresión del tercio superior facial:
- Entrecejo.
- Frente.
- Patas de gallo.
Con la aplicación de la neurotoxina mediante microinfiltraciones, conseguimos frenar temporalmente la acción muscular, suavizando las arrugasde forma natural, huyendo de las anticuadas “caras paralizadas y sin expresión”, y consiguiendo el objetivo: conseguir una mirada más relajada, más joven, y sobre todo, natural.
De esta forma frenamos el ciclo de envejecimiento habitual consistente en que esa contracción repetitiva muscular, ocasiona la “fractura” de la piel, de forma que la arruga queda instaurada incluso en reposo, aún sin gesticular.
Además los estudios han concluido que mejora la calidad de la piel, textura, brillo y luminosidad.
¿Cuál es el procedimiento?

La neurotoxina se administra en dosis muy pequeñas y sus efectos son temporales y reversibles. Se aplica mediante inyección, produciendo una relajación del músculo donde es inyectado. No deja cicatrices ni produce inflamación alguna.
El dolor es mínimo, no es necesario suministrar anestesia. La infiltración no requiere preparación ni importantes cuidados posteriores, sin embargo, requiere mucha precisión y técnica porque si se relajan músculos de forma inadecuada, el resultado puede ser una alteración no solo estética sino funcional.
Los efectos aparecen de forma progresiva a partir del 2º-3er día, hasta quedar totalmente instaurados a los 10-15 días, con una duración de unos 4-6 meses, según la potencia muscular de cada paciente, la gesticulación propia de cada un@..
A medida que una persona va repitiendo periódicamente el tratamiento con la neuromodulación, la duración de los efectos es cada vez mayor, dado que se va produciendo la reeducación y atrofia de la musculatura responsable de las arrugas de expresión. Sin embargo, a partir de los 65 años los efectos son menores.
El “baby-bótox” es el nombre que se le ha puesto a la tendencia actual de utilizar la neurotoxina en pacientes jóvenes, que aún NO tienen marcadas las arrugas de expresión, con el objetivo de evitar su aparición, es decir, usado como prevención, y así conseguir un “better-aging”: envejecer mejor, ese es el objetivo.
¿En qué zonas se puede aplicar la neurotoxina?
Además de su uso estético en las arrugas dinámicas del tercio superior de la cara, también es muy eficaz en casos de #hiperhidrosis (sudoración excesiva) tanto axilar como palmar, reduciendo la producción de sudor de forma duradera, y también se aplica en casos seleccionados de #bruxismo (cuando existe hipertrofia de los músculos maseteros, responsables de ocluir la arcada dentaria con más fuerza de la necesaria, ocasionando fuertes dolores de cabeza en incluso roturas dentales), produciendo de forma secundaria un “afinamiento” del rostro, que queda más estilizado.
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