
Podemos restaurar los volúmenes perdidos y atenuar los surcos y arrugas del rostro, utilizando materiales biocompatibles, presentes de forma fisiológica en nuestro organismo, y que se van perdiendo a lo largo de los años, desde los 25 años.
El proceso de envejecimiento supone una pérdida de los tejidos de sostén y relleno faciales: resorción ósea, que ocasiona un “aplanamiento” de zonas de proyección ósea como los pómulos o el mentón y el ángulo/arco mandibular, así como una pérdida de los compartimentos grasos faciales, a nivel superficial y profundo, que provocan la flacidez de la piel que los recubre, ocasionando la formación de plieques o surcos (como el nasogeniano o las “líneas de marioneta”).
Los rellenos dérmicos poseen la capacidad de retener el agua en un porcentaje equivalente a miles de veces su peso, por lo que se emplea para la hidratación de la epidermis, ya que reconstituye las fibras que sostienen los tejidos de la piel, por ello es la función principal en Medicina Estética.
Cómo se realizan los tratamientos de relleno en la actualidad
Hoy en día hay un cambio en la orientación de los tratamientos con rellenos dérmicos, y se ha pasado de ser “rellenadores de arrugas”, a realizar la armonización facial desde la estructura facial como pilar fundamental del tratamiento, tratando la causa u origen de la formación de las arrugas para suavizarlas.
En general, las técnicas de infiltración de rellenos dérmicos van encaminadas a restaurar los volúmenes perdidos, utilizando productos de distintas densidades y diferentes capacidades de proyección, que nos ayudaran a disimular y a veces incluso borrar arrugas peribucales (“código de barras”), pliegues nasogenianos o líneas de marioneta, así como reposicionar pómulos o compartimentos grasos, redefinir el mentón o el ángulo mandibular, hidratar o voluminizar labios, rellenar el surco de una ojera hundida, o realizar tratamientos de redensificación cutánea desde la profundidad.

Utilizando distintas técnicas adaptadas a las necesidades del paciente y del producto, así como en función del objetivo deseado, se realizará mediante pequeñas infiltraciones con aguja o utilizando cánulas, de mayor tamaño pero con punta roma para facilitar la aplicación en “abanico” que cubra mayor superficie con menor probabilidad de producir hematomas, y disminuyendo el número de infiltraciones a realizar.
Hablamos por tanto de un tratamiento muy versátil con distintas aplicaciones:
- Ojeras.
- Pómulos.
- Surco nasogeniano.
- Líneas de marioneta.
- Labios.
- Mentón.
- Ángulo y arco mandibular, etc.
Desde hace años la utilización de materiales de relleno NO reabsorbibles está prohibida en España, por ello los materiales de relleno dérmico actuales, tienen un carácter reabsorbible, y por tanto, sus efectos son temporales, con una duración variable en función del tipo de producto utilizado, y de las características personales de cada paciente (si realiza deporte de forma habitual, fuma, gesticula mucho… tendrá menor duración), y podrá fluctuar desde unos 6 hasta 18 meses.
Más Información sobre los rellenos dérmicos
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